En un futuro en donde Omar nunca existió, se cuenta una historia con un final diferente a esta, en la cual el cuerpo, mente y alma de Rebeka muestra su verdadero ser, pero no es Rebeka sino ‘Karen’, una criatura nacida de la costilla, carne y sangre de Rey De-Heavens, en su aventura de revivir junto al reinicio de la creación.

La imagen de la trigueña se rompió en mil pedazos sacando a la luz la voluptuosidad de un cuerpo guerrero, que fue rápidamente cubierto por los metales del blindaje que simulaban ser semejantes a la armadura del “Arcángel De Sangre Maldita”.

Los cabellos de ella se alargaron y tomaron más brillo, mientras que sus ojos pardos pasaron a revelar la identidad de su raza híbrida de vampiro y licántropo. En un apasionado beso que Karen se daba con quien tenía el poder para traerla a la realidad, abrió sus ojos bajo otro nombre y otro pasado, mucho más tormentoso y tortuoso que su primera vida. 

 —Rebeka ya no más, ahora eres Karen.

 —¿Y qué harías Karen? —preguntó la voz tranquila y seria perteneciente a un líder, que se propone resolverlo todo y en quien se puede creer y depender.

  —Garantizaría que nunca dejes de ser mío —respondió ella, cuya personalidad estaba moldeada por mil batallas, mientras miraba a una vampira de ojos azules y a otra persona de ojos amarillos.

  —Creo que es más importante prevenir que se repita la historia y que quienes no son humanos no terminen siendo culpables del evento en donde el infierno se encarnó en la tierra o que quede destruida por demonios sedientos de carne y sangre —dijo Lía, mientras las luces que alumbraban las calles aún permanecían prendidas, para mostrar a las personas el aterrador panorama.

  Ruido, explosiones, gritos e incendios. En el caos de un mundo apocalíptico, salían ladrones de las tiendas, que aprovechaban el caos para robar, pero inmediatamente se encontraban con demonios. Los vidrios rotos y carros estrellándose eran más frecuentes que cada gota de agua que caía al suelo. En los televisores, los noticieros intentaban encubrir la situación aparentemente relevante que se estaba dando en el momento, pero no pudieron hacerlo mucho tiempo, ya que la encargada de hablar, fue devorada por un camarógrafo. 

  En este mundo al borde del colapso inevitable, cuatro guerreros caminaban por el medio de la calle, Rey, Karen, Lía y Alexia, eliminaban todo a su paso, no importaba que aún no se hubieran transformado en demonios e hicieran que lloviera sangre.